Honrar y renovar a la Madre Tierra en América Latina
Por Celine Woznica
El 22 de abril es el Día Internacional de la Madre Tierra y se celebrará en todo el mundo con múltiples actividades para honrarla. En América Latina, la veneración por la Madre Tierra tiene raíces profundas que se remontan a las culturas indígenas incaicas, mayas y aztecas. Los sucesos de las últimas generaciones, incluidas las guerras civiles y la explotación de la tierra por intereses comerciales, han marcado no sólo a la Madre Tierra sino también a su pueblo. Así, las organizaciones enfocadas en los niños en América Latina, implementando metodologías Niño a Niño, trabajan para promover la mejora y restauración de la armonía entre todos los seres vivos en la Tierra. Y Celine Woznica, directora de Niño a Niño en América Latina se refiere sobre algunos proyectos inspirados en los niños de Perú, Guatemala, Ecuador y El Salvador.
Periferia de Lima, Perú
Debido a la inestabilidad política nacional que comenzó en la década de 1980, decenas de miles de agricultores huyeron de la violencia y el derramamiento de sangre en sus comunidades rurales y se asentaron en las colinas desoladas que rodean Lima. Sin agua, higiene, u otros servicios, la vida es difícil en esta colonia popular. Sin embargo, los fines de semana los niños se reúnen en un humilde centro comunitario para jugar, hacer teatro y realizar actividades de artes y oficios que curan a la Tierra y a sus familias.
Según el voluntario local Alberto Bailetti, una de las actividades preferidas es pintar de brillantes colores los neumáticos viejos de automóviles, llenarlos con tierra, y plantar hierbas y arbustos en el centro. Los niños también pintan rocas para construir pequeñas terrazas, restaurando el color y la vida de las laderas. Sus esfuerzos son contagiosos y han atraído la atención de los miembros de la comunidad, las autoridades locales y las organizaciones sin fines de lucro que están prestando apoyo técnico para “rehacer la colina verde”. Decenas de árboles han sido plantados y son cuidadosamente atendidos por los niños con ayuda de sus familias. La Tierra está sanando, y así también las familias. “Un sueño”, comenta el Sr. Bailetti, “que alguna vez parecía imposible”.
Nuevo Horizonte, Guatemala
El cuidado de la Tierra como un proceso de curación después de la guerra civil también es evidente en Nuevo Horizonte, una comunidad en la remota área de Petén en Guatemala. Formada después de los acuerdos de paz en diciembre de 1996, Nuevo Horizonte es una cooperativa compuesta por ex combatientes y sus familias a quienes se les dio un pedazo de tierra que solía ser un rancho de ganado de pastoreo. Su primer esfuerzo fue un proyecto de reforestación, y luego los asociados comenzaron a construir hogares, escuelas y espacios públicos con un enfoque en la restauración del equilibrio ambiental.
De acuerdo con el promotor Alex Díaz, los niños son parte activa de los esfuerzos de Nuevo Horizonte. Como parte de su currículo escolar, cuidan jardines comunitarios y caseros, ayudan con la granja de tilapia, participan en campañas semanales de limpieza, trabajan en el proyecto de reforestación y ayudan a mantener las tierras agrícolas familiares individuales. Trabajando junto a sus padres y abuelos que pasaron años en campamentos improvisados en las montañas, los niños aprecian el poder sanador de plantar, cuidar y cultivar la generosidad de la Tierra.
Cuidado del mundo invisible de los microbios
Silvina Alessio, promotora de Niño a Niño, está establecida en Cuenca, Ecuador y describe los ríos, lagos, montañas, animales, microbios y seres humanos como parte de la naturaleza, compartiendo la misma Madre Tierra y esforzándose por vivir en armonía entre sí y con todos los seres vivos. Sin embargo, en las últimas generaciones, Ecuador ha experimentado un aumento de ‘super- insectos,’ que no responden a los productos farmacéuticos disponibles localmente, como resultado del uso indiscriminado de antibióticos en la agricultura y la atención en salud. Este desarrollo ha afectado negativamente la salud de los niños, y en respuesta el programa local Niño a Niño, ha desarrollado una unidad educativa basada en la escuela para involucrar a los niños en la promoción del equilibrio y la armonía en los entornos más pequeños. A través de canciones, sketchs, juegos y cuentos basados en la metodología Niño a Niño , ellos enseñan a otros sobre el papel de las bacterias en el equilibrio ambiental. Cuidar el mundo invisible también es cuidar la Tierra!
Festivales en San Salvador
La Casa Verde, ubicada en las afueras de San Salvador en El Salvador, combina el arte con la imaginación infantil, durante todo el año, para celebrar a la Madre Tierra. La Coordinadora Norma Vaquero explica que con objeto del Día de la Tierra 2017, los niños de La Casa Verde se embarcaron en tres actividades principales: El concurso de arte “Reciclarte” desafió a los niños a crear creaciones artísticas hechas enteramente de materiales reciclados. Siendo el mensaje claro: el arte surge y renueva la Tierra, Los miembros del equipo de ‘Circo Verde’ celebraron la armonía interior y la fuerza, enseñando habilidades de vida a un grupo de estudiantes que luego compartieron sus conocimientos sobre Cuidado de la Tierra y el bien común con otros niños. Los “Sábados Verdes” aportaron a la comunidad cuando los niños celebraron la naturaleza y disfrutaron de proyectos naturales y orgánicos. De manera que el Día de la Tierra 2017 terminará con un programa de cuatro horas de talleres, canciones, exposiciones y un homenaje especial a la Madre Tierra.
Los niños en América Latina comprenden que mientras trabajamos para renovar la Tierra, la Tierra nos renueva y nos repone. Aunque habrá actividades especiales el 22 de abril, cada día es el Día de la Tierra para aquellos que necesitan su poder curativo.